Edición especial
LA REVISTA GLOBAL PARA LOS EMPLEADOS DE GF

© Shawn Koh

Vuelta al funcionamiento con éxito

Los individuos solo pueden influir hasta cierto punto en cómo evoluciona la pandemia de coronavirus; por eso, todo el equipo de GF Machining Solutions en Pekín actúa conjuntamente en pro de la seguridad de la sede. En solo tres días, el equipo desarrolló un plan de emergencia para volver a poner rápidamente y mantener en marcha la producción.

En enero de 2020, cuando las noticias sobre la propagación del coronavirus en la ciudad de Wuhan (China) se agolpaban, a los directivos de GF Machining Solutions Pekín de inmediato se les vino a la cabeza la erupción de la pandemia de SARS en el año 2003. Durante la crisis de hace 17 años, la capital china fue la más afectada, a pesar de que los primeros casos se dieron en la lejana provincia de Guangdong. En aquel entonces, toda la vida pública en Pekín se paralizó. Por eso, el equipo directivo reaccionó de inmediato, explica Wang Ruoyang, ingeniero de sistemas para el control de calidad, así como para protección medioambiental, salud y seguridad en el trabajo de la planta de Pekín. La sede suministra a clientes soluciones para fresado, electroerosión y texturizado por láser. “El confinamiento en Wuhan empezó el 23 de enero de 2020, dos días antes del Año Nuevo chino. El 26 de enero ya contábamos con un plan de emergencia para nuestra sede”. El plan, que contenía directrices detalladas para la adaptación de horarios de trabajo, logística y medidas de protección, resultó imprescindible para la reapertura de la sede algunas semanas después. Este plan constituyó un importante fundamento para volver a poner en marcha la producción.

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Una vez reiniciada la producción, Wang explicó a sus compañeros qué tenían que tener en cuenta para protegerse contra una infección por coronavirus. Una de las medidas es lavarse las manos con regularidad y esmero.
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Wang Ruoyang es ingeniero de sistemas para la gestión de calidad, así como la seguridad, la salud y el medioambiente de GF Machining Solutions en Pekín (China). Junto con sus compañeros, desarrolló en unos pocos días un plan de emergencia para la sede de la capital china.

Procedimiento específico contra la pandemia

El plan trataba principalmente de garantizar un entorno de trabajo seguro para los empleados, requisito básico para seguir funcionamiento durante la pandemia, tal y como exigían las autoridades locales, según cuenta Wang. Lo importante era contar con existencias suficientes de equipos de protección individual, así como mascarillas, guantes de látex y gafas de protección, establecer áreas de cuarentena para casos de emergencia y medir con regularidad la temperatura de los empleados. También se introdujeron estrictas reglas de distanciamiento social. Así, por ejemplo, los empleados almuerzan por separado en pequeños grupos.

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El concepto de prevención de la sede de Pekín funciona bien y se implementa en todas las áreas, por lo que los empleados también mantienen la distancia mínima durante el almuerzo.

Se crearon cinco equipos que se reparten el trabajo. Wang supervisó tres de ellos. Las autoridades locales realizaron en total seis visitas de control a la sede para asegurarse de que se habían tomado todas las precauciones, antes de que los empleados pudieran volver a su puesto de trabajo tras los días festivos.

“Recibimos un apoyo estupendo a la hora de conseguir equipos de protección individual cuando había una escasez generalizada de los mismos en el mercado”, dice Wang. “Las autoridades nos proporcionaron contactos directos con los fabricantes y pudimos adquirir los productos a precios justos. Los compañeros de Suiza también nos enviaron mascarillas. Desde el principio de la pandemia, contamos siempre con suficiente desinfectante para realizar la limpieza exigida cada dos horas”.

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Gracias al plan de emergencia se pudo reanudar rápidamente la producción. A mediados de junio, GF Machining Solutions en Pekín ya casi había alcanzado el nivel de producción normal.

La reapertura de la sede fue solo el primer paso. A partir del 10 de febrero apenas se recibieron unos pocos pedidos debido a las interrupciones en la cadena de suministro y el shock de demanda. Para asegurar los puestos de trabajo y mantener la capacidad de producción para el futuro, en febrero y marzo, a casi un 25 por ciento de los empleados de la sede se les concedieron permisos laborales. Para amortiguar los efectos financieros para los empleados, la empresa les dio siete días de vacaciones pagadas. Además, renunció al cobro del alquiler que pagan quienes viven en la residencia propia de la empresa.

También el Gobierno intervino y pagó una aportación a los empleados que estaban de permiso forzoso para asegurar que tuvieran un ingreso mínimo. Según Wang, las autoridades tomaron otras medidas adicionales para reducir la carga financiera para la empresa; por ejemplo, condonaron las cotizaciones a la seguridad social, hicieron posible la exoneración del pago de alquileres y pusieron a su disposición subvenciones especiales para la lucha contra la pandemia. “Siempre hemos mantenido buenos contactos con las autoridades, pero aun así me sorprendió lo prestos a ayudar que se mostraron durante la pandemia”, añade.

Una vez que el virus fue estando poco a poco bajo control, a principios de mayo, todos los empleados pudieron regresar a sus puestos de trabajo, dice Wang. A mediados de junio, GF Machining Solutions en Pekín había vuelto a alcanzar el nivel de producción normal. Pero muchas cosas siguen siendo diferentes a antes de la crisis: los empleados siguen llevando mascarilla y manteniendo la distancia. Además se controla periódicamente su estado de salud. Si bien en algunos aspectos está retornando una cierta normalidad a la vida laboral, estas medidas van a permanecer en vigor por el momento.

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A principios de mayo, los empleados pudieron volver a sus puestos de trabajo. Entretanto, algunos procesos se han consolidado en el día a día laboral, como la medición de la temperatura al empezar la jornada.
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Los empleados reciben las mascarillas cada día al entrar. A finales de enero o principios de febrero, en el punto álgido de la crisis, las mascarillas empezaron a escasear en China. Pero GF intervino y envió 40 000 mascarillas de su almacén en Schaffhausen a las sedes en China.

El mercado local debe corregirlo

La planta en Pekín, que da trabajo a 230 empleados, suministra a clientes de la industria automotriz, así como a fabricantes de electrodomésticos y componentes industriales. Por regla general, aproximadamente la mitad de los productos se exporta, pero, debido a la propagación mundial del virus, las exportaciones están paradas. No obstante, como la economía china se está recuperando paulatinamente, se alberga la gran esperanza de que las ventas en el mercado local ayuden a compensar los agujeros en la exportación. En abril y mayo, la creación de valor industrial del país aumentó en un 5,4 y un 5,0 por ciento respecto al año anterior, y las cifras de ventas de bienes de consumo ascendieron un 7,2 y un 8,6 por ciento. Los precios de los productos siguieron debilitándose y solo aumentaron un 0,9 y un 0,6 por ciento en esos dos meses, según muestran estadísticas oficiales.

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Los miembros del equipo de GF Machining Solutions en Pekín (China) sigue esforzándose juntos por mantener segura la sede.

Wang alaba a la directiva de la sede en Pekín por su rápida y efectiva reacción ante la crisis y por el concepto de prevención que han desarrollado, gracias al cual la empresa ha seguido funcionando y ha podido alcanzar sus objetivos. Entre tanto, el virus está, en la medida de lo posible, bajo control, pero podría volver a pillar de improviso a la empresa y afectarla seriamente. El 21 de junio se detectaron varios casos de infectados con covid-19 en la planta de un gran productor de bebidas, que tuvo que detener la producción y retirar sus productos de las estanterías de la noche a la mañana debido al riesgo de contaminación.

Estos casos formaban parte de una nueva ola de contagios que una vez más mantenía en vilo a millones de personas en Pekín. A finales de junio, la ciudad anunciaba cada día en torno a una decena de nuevos casos. El concepto de prevención de GF Machining Solutions sigue funcionando bien, asegura Wang. “Enseguida dimos con los empleados que podían haber estado en zonas de alto riesgo de la ciudad y los enviamos a casa a teletrabajar para no poner en peligro la producción”, explica.

Para el futuro, Wang espera que el mundo deje atrás esta pandemia. Está convencido de que la empresa retomará su curso de crecimiento en cuanto el virus esté bajo control. “Lo que hemos aprendido de la lucha contra esta pandemia podría sernos a todos de gran utilidad en el futuro”.

© Nelson Quan, Getty Images
Las medidas tomadas por la directiva de GF Machining Solutions en Pekín (China) al comienzo de la pandemia de covid-19 han demostrado al ingeniero de sistemas Wang Ruoyang de Pekín (China) la rapidez y eficiencia con la que su equipo puede cambiar el funcionamiento si todos colaboran.

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